UNIÓN VASCA
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Vivir sin miedo, defender lo que somos, nuestra tierra, cultura, nuestros seres queridos. Son algunos de los legados que nos enseña el relato en primera persona de Lore Markiegi. La historia de nuestra amiga y maestra Lore, nos invita a reflexionar sobre ¿Qué aspectos de nuestra vida damos por sentados? ¿Qué mundo buscamos construir si no valoramos las libertades, la diversidad, los derechos de las personas, la identidad? Su padre, Polentzi Markiegi Olazabal, murió fusilado por defender la democracia, los derechos de su pueblo y hoy su historia sigue sentando las bases para hacer de este mundo un lugar mejor. ¨Honesto, de profundas creencias religiosas y gran integridad moral, Polentzi Markiegi fue un hombre comprometido con su pueblo y con la lucha por las libertades de Euskal Herria. Su actitud durante la Guerra Civil en defensa de Deba, de los debarras y de la democracia, fue ejemplar. Y su figura simboliza a todas las personas que fueron víctimas de la Guerra Civil.¨ Es la cita del primer párrafo de la descripción biográfica que el municipio de Deba realiza sobre Florencio el padre de nuestra querida Lore. Nació en Deba el 3 de enero de 1898. Hacia los 18 años fue elegido secretario de la Junta Municipal del PNV de su villa natal. Años más tarde sería designado presidente del Batzoki y secretario del Uri-Buru-Batzar. Entre sus actuaciones destacan su participación, en representación del Ayuntamiento de Deba, en la asamblea de Municipios Vascos para la elaboración del Estatuto de Autonomía Vasco. Su compromiso con la cultura vasca y con el euskara, se puso de manifiesto con la puesta en marcha de la Escuela Vasca, convirtiéndolo según lo reconoce el municipio de Deba, en un predecesor de lo que hoy es la realidad educativa en nuestro País. Este compromiso se puede ver reflejado también fuera de Euskal Herria, a través de su hija Lore, que desarrolló una gran labor en Unión Vasca por mantener vivo el idioma y fomentar su enseñanza. La participación de Florencio en la política institucional se inició como alcalde electo de Deba. Durante el verano de 1934, bastantes ayuntamientos vascos iniciaron un movimiento con el objetivo de defender el Concierto Económico y para conseguir que las Diputaciones vascas no fueran gobernadas por Gestoras nombradas directamente por el Gobierno Central sino por elecciones libres y democráticas que deberían celebrarse en cada ayuntamiento. El Gobierno se opuso radicalmente a la celebración de las mismas pero, Polentzi Markiegi formó parte de la Comisión de electos municipales y resultó elegido por el distrito de Azpeitia. Cuando el 18 de julio de 1936 estalló la Guerra Civil, Florencio Markiegi era alcalde de Deba y miembro destacado del PNV. Pocos días antes de que las tropas franquistas entraran en Deba (23 de septiembre de 1936), Markiegi marchó junto a su familia a Bizkaia desde donde a bordo de un buque de guerra inglés, consiguió enviar a Iparralde a su esposa, Maritxu Garate, y a sus hijas Itziar, Nekane y Lorea. Pudo haber huido con ellas, pero se incorporó a la batalla en una clara coherencia con sus ideas, con su acreditado compromiso y con el liderazgo político que ejerció desde muy temprana edad. Tras la toma de Bilbao, abandonó Bizkaia con destino a Santander donde participó en el "Pacto de Santoña". El 26 de agosto de 1937 fue hecho prisionero e internado en el penal del Dueso (Santoña). Markiegi fue procesado y condenado a la pena capital por un tribunal militar siendo fusilado el 15 de octubre de 1937 en la playa de Berria. Apenas contaba con 39 años de edad. ¨Mi madre no tenía palabras para explicarnos, cuál era el motivo por el cual no estaba nuestro padre. Como nos iba explicar que un hombre tan bueno, extraordinariamente bueno, lo pudieran haber matado. Es inconcebible en la cabeza de un chico. Por defender la libertad, la cultura de un pueblo¨ Relató Lore en una entrevista al dario local La Nueva Lore llegó a Argentina con su madre, sus dos hermanas y un tío paterno, a los 7 años. Pasaron un tiempo en Buenos Aires para luego irse a vivir a Necochea. A los 20 años se mudó a Bahía Blanca por amor, según relata en la nota al diario La Nueva, rompió con la costumbre ancestral de su familia y se enamoró de un descendiente de italianos que la correspondió tanto, que hasta aprendió a hablar en euskera. Sin conocer a mucha gente en la ciudad, encontró su espacio en Unión Vasca. ¨Unión Vasca es mi segunda casa, me he sentido con los míos, donde me he podido desarrollar, desahogarme, cultivarme, donde me he sentido muy feliz. Fue mi refugio y al mismo tiempo el grupo que conformamos con la gente del exilio, fue un grupo de lucha en apoyo a los que estaban sufriendo en nuestra patria.¨ Comentó Lore sobre nuestra institución. Un sentimiento compartido entre varios de los integrantes de la casa, es el tener dos patrias. Lore ama Argentina es su hogar donde formó su familia y logró ser feliz, pero nunca dejará de sentir propia a Euskal Herria y la necesidad de visitar su casa, familiares y amigos que allí quedaron.
1 Comment
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10/10/2022 01:19:46 am
Buenos días señor / señora,
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August 2020
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